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“El movimiento es parte de la disciplina de la psicomotricidad que a partir de la evolución corporal del niño, pretende favorecer el desarrollo de todas sus potencialidades (sensorio -motoras, afectivas, cognitivas y relacionales). El niño descubre el medio, se relaciona, aprende y se integra socialmente, por medio de su cuerpo, por lo que debemos proporcionar recursos y estrategias que favorezcan su desarrollo. Saber que el movimiento influye directamente  sobre su organización psicológica, y por ello a través de la estimulación psicomotriz (movimiento).

 
Los niños “piensan haciendo”, es por esto que deben guiarse por acciones para obtener resultados; la actividad física estimula la conexión entre la mente y el cuerpo, por lo que es beneficioso para el aprendizaje de los niños, quienes aumentan su capacidad de resolver problemas e intentar realizar diversos actos como, sumar, restar, descomponer, ayuda a la autonomía y por lo tanto les da seguridad y autoestima.” (Diez et. Al, 2015)   

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